9 puntos de relajación

por | Feb 16, 2019 | TEMPORADA I | 0 Comentarios

Aquí reportándome como todas las noches de domingo. Esta semana, pasaron tantas cosas buenas y entre ellas algo que descubrí con un paciente, que si a lo mejor a ti te gustaría, nos dices y con gusto.

El pasado miércoles nos visitó por la noche en el club, un joven entre 29 ó 30 años más o menos, medía aproximadamente 1.81 m, de complexión robusta y muy velludo; le avisó a Carlos que ya estaba en el club y me escribió que fuera por él al parqueo.

Buenas noches -le dije- y entre dientes respondió: buenas noches. Acompáñeme, será un gusto atenderle -le dije- y entramos de inmediato. Me vio a los ojos y me dijo: vengo por algo diferente, quiero el masaje cráneo facial y los puntos de poder. A lo que respondí que con el mayor de los gustos, guardé su ropa y se colocó en posición de relajación.

Comencé el masaje cráneo facial y lo noté en estado de relajación profunda, finalicé el masaje y me dispuse a comenzar en los 9 puntos erógenos, -y ninguno es el miembro-. El caballero tenía un bóxer color blanco muy ajustado y aun así su genital se había mantenido en profundo reposo.

Comencé a realizar un masaje relajante, únicamente frotando con la yema de mis dedos sobre sus axilas velludas, un vello negro y espeso, que producía un olor a varón, que se esparció en toda la habitación. Mientras le hacía el masaje, él comenzó gemir y noté que el placer comenzaba a sentirse en la habitación.

Luego, pasé a masajear sus pezones muy bien pronunciados y en ese momento hasta me atrevería a decir que muy erectos, el placer continuaba y su disfrute era increíble. Comencé a trabajar en los dedos de sus manos y sus pies que son puntos de verdadero placer, no para todos pero sí para muchos, luego el respectivo masaje en su boca y labios, después bajé a los lóbulos de sus orejas, su cuello y cuero cabelludo, hasta aquí, 7 puntos había trabajado y todos ellos, le produjeron una erección muy potente, que su miembro asomaba de entre su ajustada ropa interior, era un miembro largo y delgado, con una energía sexual que se sentía en todo el lugar.

Me faltaban 2 puntos más y me dispuse a trabajar, el punto que toqué primero fue el perineo, también conocido como periné, que es una zona muy placentera que se encuentra entre el escroto y el ano, este es el tercer punto más sensible del cuerpo masculino después de los testículos y el pene y se puede estimular de muchas maneras diferentes, yo lo hice con la yema de mis dedos.

Finalmente, me desplacé a los puntos del ano, pero, únicamente pude estimular uno, porque en ese momento no pudo contener más su energía sexual y eyaculó dentro de su ropa interior. Fue una eyaculación que no había visto nunca, su semen no solo traspasó su bóxer, sino que también salió de ahí con tal fuerza, que nos llenó el rostro a los dos. Muy apenado, se rió, nos limpiamos, me agradeció y se fue.

Atte. Mateo

RELATO 0006 | TEMPORADA I

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